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La violencia del 22M

Quieren que hablemos de violencia, pues vamos a hacerlo.

Las portadas de varios periódicos nacionales, las noticias televisivas, la mayor parte de las informaciones sobre la impresionante manifestación del 22 de marzo han estado dedicadas a la violencia de los radicales con la que finalizó la protesta pacífica. Ni una palabra en muchos de los medios sobre su contenido, sobre las razones de las Marchas de la Dignidad que durante más de un mes han recorrido el país. La Sexta, que quiere aparecer como la cadena más abierta, ¿más progresista?, y que fue la única que dio información exhaustiva, cercana, y durante bastante tiempo en directo, mantuvo el debate vocinglero y mezquino de siempre en torno al mismo asunto, porque es una cadena donde también manda el amarillismo.

¡Cómo nos mienten, cómo tergiversan la verdad, como se distorsionan la realidad para situarla en el punto de vista del otro bando!

Nada tiene que ver la manifestación de cientos de miles de personas exigiendo un cambio radical en el rumbo del país, con la imagen que han querido dar y que era la que buscaban dar.

Para quien quiera saberlo: que estudie los datos y comprobará que lo sucedido estaba perfectamente orquestado. Que desde luego nada relaciona la violencia de la noche con un sunami de indignación contra el gobierno y contra un sistema de cosas absurdo, cruel e injusto.

Hay un espléndido video de La Tuerka mostrando como un grupo de agentes desde muy lejos atacan a la carrera a un grupo de gentes que portan una pancarta en la que se puede leer “No pasarán”. No hacían nada, estaban ejerciendo su derecho a la manifestación, a la expresión de sus ideas, y por supuesto lo hacían pacíficamente, pero la policía los ataca, queda la pancarta pisoteada, jóvenes golpeados…

Policías atacan una pancarta

Pero la batalla ya había empezado. Desde luego que se había iniciado cuando el acto no había terminado. Precisamente se producen cargas, pedradas y palos a las fuerzas del orden (del orden de quien les paga y ordena) cuando desde el escenario, donde aún se hablaba, se pide reiteradamente a la policía que abandone la plaza, que se trata de una concentración legal con todos los permisos en regla. Pero nadie hace caso de la legalidad, y menos que nadie, el brazo armado del régimen.

La actuación de los antidisturbios que rompe la manifestación de las marchas de la Dignidad es tan rocambolesca en sus detalles (que por ejemplo tarden 7 minutos en llegar apoyos para un grupo de policías rodeados por los manifestantes), tan extraña (que haya muchos más heridos policías que manifestantes, por ejemplo), que hasta ellos mismos han apreciado órdenes caóticas de sus superiores y han cuestionado sus actuaciones.

Los antidisturbios se reúnen para tratar de la manifestación del 22M

Algo raro pasó el 22M, pero desde luego lo que está suficientemente claro es que era una imponente manifestación (yo soy de los que creen que de las más masivas de la democracia) que no podía acabar bien, que tenía que acabar con violencia, y mejor si lo hacía poco antes de los informativos para que la primera información que se facilitara ya estuviera tintada de bestialidad.

Sí hubo un grupo que intento acceder a la calle Génova. Pero ¿no se puede deducir, ante todo lo que hemos descubierto, que estaban capitaneados por los policías infiltrados? ¿Quién nos puede convencer de lo contrario? ¿Los que mandaron usar botes de humo contra gente pacífica? ¿Cuántos de los cientos de miles que nos manifestamos quería pegarse con la policía?

No he logrado saber quién ha hecho esta foto, me hubiera gustado pedirle autorización para publicarla, pero ahí están ayudando a la policía dos presuntos radicales, y es una foto muy esclarecedora

No he logrado saber quién ha hecho esta foto, me hubiera gustado pedirle autorización para publicarla, pero ahí están ayudando a la policía dos presuntos radicales, y es una foto muy esclarecedora

Esa violencia organizada, y desde luego que no por los manifestantes, ya se había alentado y anunciado por el presidente de la comunidad de Madrid, quien calificó a los manifestantes como miembros de la extrema izquierda e iguales en su ideario a los de Amanecer Dorado. Se ha vuelto a lucir ese tal González que nadie ha elegido, al igual que la señora delegada del gobierno en Madrid, en sus declaraciones beatíficas de esa misma noche.

La respuesta del gobierno es elemental, la suya, la de un gobierno que ordena a espaldas del pueblo y contra el pueblo. Un gobierno que no tiene nada que decir a una inmensa voz indignada, de queja, reivindicativa, que busca sobrevivir con dignidad, algo que le llevan quitando demasiado tiempo. El gobierno del PP ha contestado a la manifestación del 22M sólo de dos maneras: con silencio y con represión. Es un gobierno que no se merece otra cosa más que romper su comodidad, echarle de sus funciones, obligarle a cesar.

Sí, la sangre me sigue hirviendo.

2 comentarios en «La violencia del 22M»

  1. Bravo. No se puede decir más claro.
    Efectivamente, todo parecía bien orquestado. En cuanto a la Sexta y a los tertulianos, algunos deberían de haber estado en la manifestación y no haciendo de Koriceo con
    el sr .Maluenda. No vi el programa en cuestión pero lo escuché y sentí mucha verguenza ajena.
    No estamos solos, nos tenemos a nosotros mismos.Como siempre. Podemos!.
    Gracias.
    Marisa.

  2. Tiene toda la pinta de ser una manipulación bien orquestada.

    De todas formas, la otra lectura es que les ha hecho mucha pupa las marchas, por eso las han silenciado, y no digamos la manifestación. Creo que ha sido positivo que no lo manipularan desde el principio y lo convirtieran en un expectácto.

    Se le ha dado donde les duele. Me refiero a las marchas y la manif. Gracias. Merche

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