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Los cantautores están de enhorabuena

Le han dado el premio Nobel a Bob Dylan y se ha desatado la controversia, a raíz de considerar que las canciones no forman parte de la literatura.

Yo sólo digo que finalmente la sociedad (en forma de ese premio tan manipulado) ha reconocido el papel de los cantautores. Claro, hay canciones y canciones. Dylan no representa a los cantantes comerciales a quienes, por lo general, los escriben las canciones con la única intención de gustar al público. Dylan representa a los cantautores, a los Pablo Guerrero, a los Luis Eduardo Aute, a los Andrés Sudón, Manu Clavijo y Marta Plumilla, a los Lluís Llach y Enrique Morente, a los Quintín Cabrera y Silvio Rodríguez, a los Leonard Cohen, Javier Krahe y Tom Waits, a los Luis Pastor y Javier Batanero, a los Albert Pla, etc.

Yo celebro que hayan premiado a Bob Dylan porque es uno de los padres de la canción de autor, y porque así se reconoce la letra de la canción como un género literario. No se puede entender de otra manera el gesto. Y en ese sentido me parece estupendo. Es cierto que se puede decir que un premio Nobel de literatura no habría que habérselo concedido a ¿un género menor? Bueno, es muy discutible, tan discutible como algunos de los premios anteriores, incluso habiendo sido para novelistas consagrados o poetas de relumbrón, o precisamente por eso.

La canción de autor comunica a mucha gente, está íntimamente ligada a la poesía, al ejercicio de la palabra escrita y configura un arte específico. Si es literatura o no, la Academia Sueca ha contestado afirmativamente. Gracias a los que siempre hemos creído en ella.

El problema no es que el premio sea acertado a no, sino en el reconocimiento de los cantautores por parte de la sociedad. Y en eso el Nobel podría ayudar algo, ¿O no? Pienso en que los cantautores (y ya he dejado claro a qué tipo de artista me refiero) no tienen el caben en la sociedad. No se está atento a su actividad y no se acude a los conciertos, a no ser alguna muy especial, y sólo esporádicamente. A los cantautores no se le deja el menor espacio en las televisiones ni casi en las radios, por supuesto que nada en los otros medios. No se han creado cauces para su expresión, circuitos e industria para poder vivir de su trabajo. Etc.

Ése es el problema. Y no se va a solucionar esto en una sociedad mediocre, enajenada, hasta soez y desde luego despreocupada, absolutamente, por la cultura y el arte. Pero claro, ése es el problema de todo el premio Nobel de Literatura. Es decir, que es exactamente lo mismo que le sucede a los escritores y a los poetas: que no tienen sitio.

Por eso, el premio a Dylan ha sido una alegría, incluso a pesar de sus últimas etapas, o más allá de que nos gusten más o menos canciones con letras como la que mi amigo Fede nos ha recordado, aquel querido Blowing in the wind (Flotando en el viento):

Cuántos caminos debe recorrer un hombre,
antes de que le llames «hombre»
Cuántos mares debe surcar una blanca paloma,
antes de dormir en la arena.
Cuántas veces deben volar las balas de cañón,
antes de ser prohibidas para siempre.

La respuesta, amigo mío, está flotando (silbando) en el viento,
la respuesta está flotando en el viento.

Cuántos años puede existir una montaña,
antes de que sea lavada (arrasada) por el mar.
Cuántos años pueden vivir algunos,
antes de que se les permita ser libres.
Cuántas veces puede un hombre girar la cabeza,
y fingir que simplemente no lo ha visto.

La respuesta, amigo mío, está flotando en el viento.
La respuesta está flotando en el viento.

Cuántas veces debe un hombre levantar la vista,
antes de poder ver el cielo.
Cuántas orejas debe tener un hombre,
antes de poder oír a la gente llorar.
Cuántas muertes serán necesarias,
antes de que él se de cuenta,
de que ha muerto demasiada gente.

La respuesta, amigo mío, está flotando en el viento.
La respuesta está flotando en el viento.

3 comentarios en «Los cantautores están de enhorabuena»

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