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Podemos. Dejarme la alegría.

Permitirme que esté contento. Sé que el ascenso de la extrema derecha en Europa es sumamente peligroso, que haya vuelto a ganar las elecciones el PP en España (pírricamente, desde luego, como lo demuestra esa fantástica patética imagen de Génova vacía, con los funcionarios del partido desmontando la parafernalia mitinera del balcón porque no se presentó ni un alma militante) es inconcebible si no fuera que sabemos cómo funciona el mundo, que la abstención sea mayoritaria es insostenible… Pero los 5 diputados que ha conseguido Podemos me ha llenado de una alegría cargada de ilusión y de esperanza.

Detrás de ese triunfo está (también) ese 15M que muchas gentes de izquierda han denostado, al que demasiados han exigido resultados, al que algunos han considerado ya muerto. El 15M era, y es, un movimiento social vivificador, no era qué o quién para conseguir réditos políticos. Pero sí se necesitaba que alguna formación lo hiciera, y las existentes no han sabido aprender lo que se ha estado exigiendo en las calles, ni siquiera lo han intentado, acomodados en sus estructuras, sus formalismos y sus privilegios.

Se abre una etapa llena de color que somos cada uno de nosotros los encargados de mimar, de que no se marchite, de que no se frustre sabiéndonos responsables y protagonistas. Porque eso es lo que nos ha demostrado Podemos: que nosotros somos capaces, siempre que lo intentemos, siempre que estemos dispuestos a arriesgar, a volcarnos en la defensa de nuestras ideas, en la decidida conquista de lo que necesitamos para desarrollarlas en la sociedad.

Se está diciendo que ha acabado el bipartidismo y otras sandeces por el estilo. Y cuando digo sandeces no es con intención de ofender, sino de subrayar que no se pueden hacer aseveraciones de esa índole cuando lo único que se han hecho es conseguir determinado resultado en unas lecciones, mientras todo el sistema sigue impertérrito, cuando las leyes siguen siendo las mismas (incluida la electoral), cuando siguen mandando los mismos grandes empresarios y banqueros, y los mismos países ricos, y las mismas instituciones elitistas, cuando la educación para el voto se lleva a cabo en todas las televisiones cargadas de programas para construir memos sin raciocinio.

Más que nunca es el momento de no echar las campanas al vuelo, no es momento de triunfalismos, de creernos más que nadie. Es el momento de entender el desafío que tenemos por delante.

Es hora de trabajar en los círculos, de enriquecerlos, de convertirlos en vigilantes activos ante errores o desviaciones, en nutridores de ideas e iniciativas, de participación colectiva. Y de dialogar con los otros, y de construir esa indispensable plataforma unitaria en la que quepamos todos, porque si no, anoche no habrá servido de nada.

Pero dejarme hoy con mi alegría, que ya hacía falta una inyección de moral para continuar en la brecha.

5 comentarios en «Podemos. Dejarme la alegría.»

  1. Vale, te dejaré el día de hoy con tu alegría, y mañana vuelta a currar. Las inyecciones de moral vienen bien, pero ni siquiera Pablo Iglesias se mostró eufórico. Pero estamos acostumbrados a conformarnos con poquito, Víctor. Tan es así que yo también (pesimista táctica) me fui muy contenta a la cama.

  2. Comparto contigo tu alegría, amigo.Esta mañana una destacada candidata de Podemos me ha recordado que sin el 15M y sin las Mareas no hubiera sido posible el éxito de ayer.Ha ocurrido lo que tanto echábamos de menos: que las movilizaciones de estos años tuvieran una consecuencia política.
    Creo, sinceramente, que los espacios que hemos creado (horizontales, inclusivos, y participativos) en estos tres años,nos sitúa al 15M Sierra Noroeste en una situación privilegiada para poder coordinar en un futuro plataformas municipales que regeneren esta corrupta democracia. Enhorabuena. Un abrazo.

  3. Como ya te dije en persona, espero que Podemos se consolide y encuentre un camino a la izquierda del PSOE, será bueno para las personas que les han dado su apoyo y bueno para las que no se lo hemos dado y nos identificamos con una política de izquierda transformadora y netamente anticapitalista. Me preocupan mensajes como el de Luis Miguel Urbán en la constitución del círculo Podemos en Collado Mediano: «La verdad es que Podemos no es de izquierdas ni de derechas, sino de sentido común».
    Salud y adelante.

    1. A mi también me preocupa que para marcar la política de una formación se recurra al sentido común. También se puede alegar que UPyD, por ejemplo, hace una política marcada por el sentido común, o incluso el PP podría argumentarlo.
      Estaría de acuerdo si lo que se quiere decir cuando en Podemos se habla de no definirse como formación de izquierdas, es que las etiquetas no sirven, engañan, producen prejuicios, y lo importante son las políticas y los programas. Sabemos de partidos que se califican de izquierdas y que hacen políticas de derechas. Yo quiero entender que Luis Miguel lo ha dicho en ese sentido.

      1. Hola. Después de hablar con el propio LuisMi en dos ocasiones sobre la dichosa frasecita, estimo que, efectivamente, lo dijo en el segundo sentido que tú apuntas, aunque fuera un recurso dialéctico desafortunado como el propio interesado me reconoció. En una persona de su probada trayectoria militante de izquierdas otra cosa sería incomprensible. Ahora bien, ante determinados auditorios hay que tener un cuidado exquisito y elegir muy bien lo que se dice y cómo se dice:hay tendidos del 7 a los que conviene no darles motivos para la bronca.

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