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Esta política sigue matando

Comunicado de la PAH del 23/10/2015.

No es el primer caso ni probablemente y por desgracia será el último. Hoy una persona vinculada a la PAH de Ciempozuelos que participaba en distintos colectivos de la localidad se ha quitado la vida, poniendo así un triste final a muchos días de precariedad económica y social, y a múltiples solicitudes de ayudas a las instituciones que no llegaron o que se aplazaron tantos meses que hicieron imposible la supervivencia y la capacidad para seguir creyendo en el futuro.

Hoy, una víctima más de los recortes, la burocracia y la falta de voluntad de los gobiernos, que tienen en sus manos salvar a las personas pero no quieren, ha caído y engrosa la lista de los asesinados por un sistema que desconoce a los seres humanos y sus derechos, que desconoce incluso su derecho a la vida.

Hoy nos ha dejado una compañera y amiga. Hoy nos han ganado, pero hoy también nos han convencido un poco más de que no permitiremos que acaben ganando.

Otro miembro de la PAH, como aquel vecino de Los Corrales de Buelna, en Cantabria, de unos 50 años de edad. O como el activista de Stop Desahucios que se suicidó en Córdoba. El hombre, de 36 años, estaba casado y con un hijo, y tenía una orden de desahucio por impago de alquiler. Ya dos años antes se había cortado el cuello ante una oficina de Cajasus en Córdoba por la amenaza de desahucio al no poder pagar una hipoteca con la Caja de Badajoz. Se ha hecho un mini documental explicando su historia. Por ejemplo.

Son ya demasiados suicidios. Demasiados. Un exceso de dolor, una barbaridad. Tengo un dato, porque no son fáciles de conseguir, quieren esconderlos, como sus otras vergüenzas: En 2013 se quitaron la vida 3.870 personas, la cifra más alta de los últimos 25 años. Y en los años siguientes, sé que la cifra ha aumentado.

Una vecina de Ansoáin, en Navarra, de 43 años de edad se suicida después de recibir la negativa del banco a reestructurar la deuda de la hipoteca con la entidad, en base al Código de Buenas Prácticas. Había perdido su empleo y estaba «al borde de la exclusión».

Un vecino del barrio zaragozano de L’Almozara, de 62 años, se suicida el día anterior a la fecha señalada para el lanzamiento de su vivienda. Una mujer de 43 años se quita la vida en su domicilio de la calle Cereros de Zaragoza, tiene 43 años, y esperaba el desahucio de su vivienda de alquiler para esa misma mañana.

Una mujer de 76 años se arroja en Valladolid desde un quinto piso, no aguanta más y sigue la estela del hijo que ya se había quitado la vida por culpa de su situación laboral.

Muere un anciano de 83 años que deja de comer y de beber, deprimido por el desahucio al que se veía abocado junto a su ahijada discapacitada de 41 años.

Un hombre de nacionalidad alemana se quita la vida en Cala Rajada (Mallorca) justo después de conocer que iba a ser desahuciado, deja una nota en la que, entre otras circunstancias personales pide perdón por no poder hacer frente a la deuda que mantenía con el arrendador.

Un hombre de 55 años aparece colgado en una nave en la localidad de Rota (Cádiz), dejando mujer y tres hijos. En Alpedrete (Madrid) se suicida un hombre de 47 años que estaba en paro, dejando mujer y dos niños. Una madre de 6 hijos se suicida cuando la empresa Municipal de la Vivienda le informa que va a ser desahuciada por una deuda de 900 €. Un hombre de 43 años se suicida en Leganés. Un hombre de 49 años de Poio (Pontevedra) se suicida el día en que iba a ser desahuciado. Un hombre de 53 años con discapacidad se suicida en Chiclana

Fallece un vecino de Arteixo (A Coruña) que se dispara cuando iba a ser desahuciado.

Una mujer se quema a lo bonzo el 18 de febrero de 2013 al grito de «¡¡Me lo habéis quitado todo!!» El ayuntamiento promete hacerse cargo de las hijas que deja huérfanas.

En Barcelona, la comitiva judicial que iba a desahuciarle, encuentra ahorcado a un hombre. Tenía aproximadamente 40 años y le echaban de su casa por impago de alquiler. La comisión judicial que se disponía a hacer efectivo el desahucio de una vivienda en el barrio de Los Ángeles (Alicante), ha encontrado al propietario, un hombre de 55 años, ahorcado en el interior.

Una pareja se suicida de mutuo acuerdo en Santiago por problemas económicos.

Un hombre de 56 años aparece ahorcado en la calle diez días después de ser desahuciado en Alicante. En Atarfe, Granada una mujer de 41 años se quita la vida. Un hombre de 50 años se lanza desde un cuarto piso en Deusto, Bilbao, cuando iba a ser desahuciado por impago de alquiler. Una persona salta al vacío en el centro de Castellón de la Plana. Un hombre de 47 años se suicida agobiado por las deudas en Málaga.

Un matrimonio de jubilados, el marido de 68 años y su esposa de 67 años en Cas Català del municipio mallorquí de Calvià (Baleares) se suicida después de recibir el aviso de desahucio de su domicilio por impago.

Un parado de 45 años se quita la vida en Cartagena, Murcia. La Plataforma de Parados de Cartagena denuncia que el hombre acudió hace un mes a Servicios Sociales «donde se le negó cualquier tipo de ayuda», pese a que había sido desahuciado el año pasado.

Una mujer de 47 años de edad se quema a lo bonzo en el interior de una entidad bancaria de Almassora (Castellón). Es trasladada con vida al hospital pero fallece poco después.

Un hombre de Basauri (Vizcaya) se suicida al cortarle el agua y la luz, por las deudas. Deja una nota a sus hijos diciendo que «no podía soportarlo más».

En el barrio de Sevilla Este, un hombre de 38 años se arroja por la ventana de su domicilio sobre las 11:30 de la noche. Según los vecinos tenía deudas por un negocio que tuvo que cerrar.

Hallan muerto a un comerciante el día que va a ser desahuciado. El hombre, de 62 años, llevaba en un bolsillo la orden judicial por la que perdía su negocio.

Un hombre de 57 años se quema a lo bonzo en la entrada de un hospital de Málaga por motivos de dificultad económica. Fallece a los dos días en un hospital de Sevilla debido a las graves heridas.

Una mujer de 30 años se tira por la ventana de un quinto piso. Una mujer de 56 años que vivía con su madre enferma, de 96 años, se suicida en Málaga días después de recibir una orden de desahucio por impago de la hipoteca. Un hombre de 59 años inmerso en un desahucio se suicida en Santesteban. Con 53 años, se suicida en Barakaldo una mujer cuando va a ser desahuciada, la Caixa vendía el piso en Internet desde hacía un año.

Un hombre se lanza al vacío en Valencia cuando va a ser desahuciado. La víctima le da un beso a su hijo y se arroja de un segundo piso cuando un miembro de la comisión judicial llama al timbre. Un joven de Las Palmas se tira desde el puente de Lomo Apolinario al enterarse que va a ser desahuciado. Un vigilante se suicida acuciado por las deudas, le debían 10.000 euros en nóminas, tenía 53 años y era mileurista. Casado, deja dos hijos, de 25 y 21 años.

Un hombre de 74 años, viudo desde hacía una semana, mata a su hijo de 46, discapacitado y con una enfermedad muy grave, y posteriormente se suicida. Deja una nota explicando que no podía hacerse cargo de su hijo, en estado vegetal.

En un pueblo de la provincia de Jaén un hombre de 64 años, acaba con su vida justo antes de perder el inmueble donde vivía. Deja viuda y un hijo. Una fuente oficial confirma que la hipótesis con la que se trabaja para esclarecer el suceso es que el suicidio tuvo como principal motivo el hecho de que sobre la vivienda del fallecido pesaban embargos y entraba a subasta esa semana.

Isabel, minusválida, se arroja a la calle desde el undécimo piso de su vivienda, en la calle Maestro Chapí de Málaga. La prensa oculta el suceso, pese a la aparatosidad de su muerte, presenciada en vivo desde la calle por más de un centenar de personas.

Un empresario arruinado por los impagos intenta suicidarse cortándose las venas en el Consistorio de Marbella. Un joven de 27 años se suicida en su domicilio de Barcelona. Ingeniero, dos años sin trabajo.

«Tras varios días desaparecido, han encontrado a mi tío. El suicidio fue la única salida que encontró a la crisis. Lo publico por si da que pensar».

En Valencia Joaquín no quería ni oír hablar de subsidios. Sólo deseaba trabajar. Dos años en paro lo sepultaron: decidió ahorcarse mientras hacía la comida para su mujer. Una semana antes había ido al banco a intentar renegociar la cuota de la hipoteca. Le iban a quedar 400 euros de subsidio después de agotar el paro y debía pagar 500 al mes por su vivienda, una casa que había reformado con sus propias manos, en un edificio destartalado que lleva más de medio siglo en pie, y sobre la que aún pesa una deuda de 90.000 euros. El banco no dio su brazo a torcer. Y Joaquín no pudo aguantar más el pulso de la vida.

«Mi marido se suicidó hace 20 días por los problemas económicos que teníamos. Cobraba el subsidio por desempleo, solo tenía 45 años y le decían que ya era mayor para trabajar».

Un hombre se quema a lo bonzo en Ribarroja (Valencia) tras perder su empleo. Félix había perdido el día anterior su trabajo como agricultor en una masía próxima. Al parecer, a sus 56 años, no pudo encajar el despido y las consecuencias económicas que supondría para su familia.

Un trabajador de CajaSur se suicida un día después de haber sido despedido Los severos ajustes impuestos por el Banco de España a las cajas de ahorros comienzan a mostrar sus duras consecuencias en forma de dramas humanos. Otro trabajador de CajaSur en Palma del Río, con 46 años y un hijo, se pega un tiro un día después de haber sido despedido.

Un hombre de 59 años, con deudas y estafado por el banco, tras seis meses de depresión y con problemas económicos irrecuperables, se suicida en L’Aleixar (Reus, Tarragona) antes de que su problema envuelva a quienes le rodean, sin notificar sus problemas a los hijos.

En L’Hospitalet de Llobregat, Barcelona, un hombre que también iba a ser desahuciado de la vivienda que había ocupado con su mujer y su hija menor de edad se ahorca en plena calle. El hombre de 45 años toma esta decisión después de haber pedido al Ayuntamiento que retrasara la ejecución de la salida porque hacía «mucho frío para estar con la familia en la calle».

Esta lista sólo contiene algunos de los suicidios de personas desesperadas por la situación económica pero, sobre todo, por quedarse sin su casa. Personas que sólo encontraron esa salida, desde noviembre del 2010. Cientos de miles más apenas llegan a final de mes, viven bajo una tensión que les aboca a la depresión cotidiana, a un sufrimiento crónico. Rozando la miseria o tratando de escapar de ella. Muchos más viven con salarios de miseria, con contratos de mierda que sólo sirven para maquillar las encuestas de «población activa».

Miles de personas, muy pocas al fin porque los demás se encierra para no ver, para no saber, se manifiestan para denunciar las muertes, coreando lemas como «No es un suicidio, es un homicidio», «Ellos la pasta, nosotros los muertos», «Ningún desahucio sin respuesta» o «Hay que parar el terrorismo financiero».

Los responsables tienen nombre, nómina abultada, situación desahogada, futuro asegurado para ellos y para sus familias. Coches de alta gama, trajes caros. Viven porque este país ha establecido un sistema corrupto e indigno que enriquece a los ricos y empobrece a las clases medias.

Rajoy y su gobierno mienten, y la lista continúa. Porque la situación sólo mejora para ellos. Mientras, en la calle, lo cierto es que el dolor se reparte por cientos de miles de hogares. Dentro de dos meses tendremos la oportunidad de mantener las cosas tal y como están, con nuestros votos comprados. ¿De verdad? No me puedo creer que mis compatriotas no abran los ojos y vean su realidad y entiendan quiénes son los culpables. Y los castiguen dándoles la espalda para siempre. Vergüenza.

 

5 comentarios en «Esta política sigue matando»

  1. Muchas gracias Víctor,una vez más, por tus palabras. Vergüenza es lo que siento yo también por todos los ciudadanos de este país que siguen manteniendo las cosas tal como están,por su apatía,por su egoísmo o por su ignorancia.

  2. Qué pena da leer todos esos nombres, y los que faltan…
    No entiendo como este país sigue viviendo de espaldas a todo esto. Estoy de acuerdo con el Sr. que se quemo a lo bonzo en Atenas, pidiendo que las personas cogieran las armas. Esto ya no se puede aguantar más, creo que hay que hacer algo más radical contra ellos (bancos. Políticos, justicia, etc) ya sé que no es políticamente correcto, pero a mi entender es la única solución. Están acabando con nosotros y nos quedamos quietos. Me da asco escuchar a Rajoy y a los demás diciendo que España está mejorando, será en su casa porque a poco que saliera a dar una vuelta, vería la realidad. Y lo de los suicidios…es como si no existieran. Me gustaría ver cómo los trata la historia, tendrían que estar al nivel de Hitler y compañía, insensibles y despreciables. Esperemos que en las siguientes elecciones las personas de este país abran los ojos de una vez y los manden al infierno, de donde nunca tenían que haber salido.

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