Final de Trayecto, de Emmanuel Grand

La primer novela, Final de Trayecto,  de otro autor francés que merece la pena tener en cuenta: Emmanuel Grand, que se suma a los otros grandes del país donde ha renacido con gran fuerza lo noir: Minier, Lemaitre, Vargas. Thilliez, Manook, etc.

Si se trata de una obra con algunas defectos que no perjudicar la calidad del conjunto, desde luego lo que demuestra es que se trata de una obra bien interesante, de un intento logrado de hacer algo personal, con lo que eso se agradece, de aunar literatura social y novela de terror sobrenatural en un thriller.

El protagonista es Marko Voronine, un ucraniano inmigrante clandestino en Francia, adonde llega de la mano de una red mafiosa que trafica con personas necesitadas de salir de su tierra. Es decir, que aborda un tema muy actual y tremendamente dramático en estos tiempos: el de la emigración. Voronine y sus compañeros de destierro se saben perseguidos por la mafia rumana, que es quien los ha llevado hasta allí, así que están obligados a esconderse para seguir con vida.

Marko lo hace en Belz, una isla de dos mil habitantes en la costa de Bretaña. Sin embargo, en lugar de un refugio, Marko lo que encuentra son nuevos problemas, al descubrir un nuevo frente de hostilidad con los lugareños, fruto de una sociedad muy cerrada y endogámica donde no toleran bien a los extranjeros y donde ven a Marko como un rival que les disputa la ganancia en su modo de vida como pescadores que faenan en durísimas condiciones. Un sector que ya está seriamente debilitado, donde sólo aspiran a sobrevivir. Y aún hay un tercer peligro: una oscura amenaza que no es de este mundo y de la cual los habitantes de la isla saben y temen mucho, algo que tiene que ver con leyendas y rumores.

La historia en su conjunto es muy verosímil. Tal vez el autor no logra su objetivo al cien por cien en la fusión de la historia de terror. También la pequeña historia de amor que describe parece haberse metido un tanto con calzador, no está conseguida del todo ni, sobre todo, imbricada en el resto de la trama. Sin embargo, es realmente interesante la atmósfera, la parte que dedica a relatar las condiciones de vida y de trabajo de los habitantes de Belz; una vida melancólica, condenada al fracaso, en la que los pescadores no descubren un futuro nada halagüeño. También se apuntan otros temas como el del maltrato de la mujer, el aislamiento que someten al diferente, el choque entre religión y paganismo; además de las relaciones entre las mafias y los códigos que manejan.

Todo eso se lee con gran facilidad, con el vértigo que tiene que tener todo buen thriller. Yo creo que es, además, una novela impetuosa, pasional, en la que el autor nos ha querido contar demasiadas cosas y, en general, lo ha logrado muy certeramente. Sin perder de vista la intriga, la violencia implícita y explícita, una tensión perfectamente dosificada.

Publicado Final de trayecto en esa excepcional colección de novelas criminales que es Black Salamandra. Esperemos que pronto nos traduzca las otras novelas que ya ha escrito este autor, ya muy premiado, con total seguridad para confirmar que ya Francia cuenta con otro importante autor dentro del género.